sábado, 16 de febrero de 2008
jueves, 24 de enero de 2008
viernes, 4 de enero de 2008
El Mini blanco y naranja de Hamann en el Essen Motor Show
Lo bueno del Mini Cooper es que pueden ponerle cualquier cosa encima, desde las mas poperas hasta las más racing y sigue siendo bonito. Vale, matizo esa frase en honor a la verdad: lo bueno del Mini Cooper es que pueden ponerle cualquier cosa encima y a los que nos gusta nos sigue pareciendo bonito.
Claro, que es sólo para un salón del automóvil, o puede que para el salón de casa si fuese suficientemente grande, porque al igual que la ropa de los diseñadores, es muy bonita para la pasarela pero no para llevar por la calle. Especialmente los llantas neumáticos naranjas, que lógicamente iban a durar dos telediarios con ese naranja brillante.
Aún así es todo un logro para Hamann, buena combinación de colores y elegantes líneas que atraviesan la carrocería. Pero me quedo con la mosca detrás de la oreja, ya que no hay fotos de la parte trasera. ¿Ocultará quizás un escape trapezoidal hexagonal al estilo del Lamborghini Reventón?
